CRÍTICA: DÉJAME ENTRAR

Déjame Entrar no es una típica película de vampiros. Por suerte no estamos delante de un atrayente de feromonas quinceañeras como esa cosa llamada Truñúsculo, digo Crepúsculo. Tampoco es un divertimento como la genial Abierto Hasta el Amanecer. Y no hay protagonista femenina ceñida en un traje de cuero como en Underworld. De hecho, aunque el personaje femenino principal de esta película sueca sea un chupasangre no convierte el film en una producción de vampiros. Let the Right One In es, simplemente, una increíble y tétrica historia de amor entre dos incomprendidos.

Si una vez en la cola del cine dudáis entre ver Fast & Furious y ésta, id a la de Vin Diesel porque eso quiere decir que esperáis ver un (típico) film con sus reglas narrativas establecidas... por lo que en caso de elegir Déjame Entrar, probablemente la tacharíais de aburridísima. Os estoy haciendo un favor. En caso de querer ver CINE, así, en mayúsculas, tal duda no surgiría.

La película está rodada con una sobriedad impresionante. Cada plano dura lo justo, las escenas de terror no son una locura de montaje (como suele pasar en los productos americanos actuales de terror) y los actores, sobretodo los niños protagonistas, están sensacionales.

Hay un par de cosas que me molestaron. No molestar, sino intrigar (y en definitiva, supongo que eso es bueno ya que no deja indiferente). El ambiente en el que vive el padre del protagonista, por ejemplo. A mi no me quedó muy claro que se intentaba decir con eso (a no ser que quieran transmitir que de "tal palo tal astilla", por lo que a soledad se refiere). De hecho, si se quitan las escenas con el padre, la historia funciona igual. Otro punto es el padre/mentor/pedófilo/ de la niña protagonista, Hakan. Me dejó muy intrigado. Quería saber más sobre él. Entiendo la función del personaje en el film y lo que se pretende transmitir pero me intrigaba mucho más que los protagonistas. Supongo que para saber más me tendré que leer el libro de John Ajvide Lindqvist.

Sí, Déjame entrar es una muy fiel, según el propio escritor, adaptación de la novela del mismo nombre. El éxito crítico y público internacional de la película ha hecho que su director, Tomas Alfredson adapte otra novela de Lindqvist, Ayudando a los no muertos. Una palabra: ZOMBIES.

Bueno, volviendo a la peli. La sensibilidad y la frialdad con la que es contada la historia van a la par. Y a mi me eso me parece magistral debido a la dificultad de recrearlo en una pantalla de cine. Además, todo el film está lleno de escenas tan poéticas como aterradoras.

Total, peliculón. Aunque no perfecto como la crítica se empeña en demostrar. Es lo más interesante, de calle, que se puede encontrar en la cartelera (a la espera de ver La sombra del poder, que también promete mucha calidad).

La nota de Déjame Entrar, un 8.